¿Pueden las corporaciones comprar el consenso? Los medios de comunicación


En anteriores entradas planteaba la posibilidad, o mejor dicho mi percepción de que las corporaciones o grandes empresas podían comprar la opinión de la gente a través de diversas acciones. Llámalo comprar opinión, sentido común o consenso. Después de una introducción sobre esta cuestión, me había decidido a detallar algo más respecto a esos conocidos y al mismo tiempo desconocidos entes que son los think tanks o laboratorios de ideas. Como habrás observado le toca el turno a los medios de comunicación.

Cuando Pablo Iglesias tuvo la feliz idea de comentar que había que regular los medios de comunicación, la reacción de éstos fue acudir al tópico bolivariano y a sugerir que se pretendía aplicar censura o que los medios fueran estatales. Otros en cambio le dedicamos media hora al asunto y nos dimos cuenta que la problemática planteada por Pablemos no era nueva en la Europa Occidental y que si coincidía con Vargas Llosa en el diagnóstico del problema, es que igual éste existe. Pero como de costumbre «coleta morada» dejó bastante inconcreta su idea de a qué se refería con «regular los medios».

El control de los medios de comunicación es la forma más evidente que tienen las grandes corporaciones de comprar la opinión pública. Hoy en día son los medios de persuasión más eficaces, ya que son el medio preferido por la población para recibir información y formarse opinión en el último siglo. La mejor demostración es precisamente que muchos medios tienen la opinión en uno de los lugares más destacados, a pesar de que los medios y sus periodistas se atribuyen el relato de las cosas desde la veracidad y la objetividad. Si el verdadero objetivo del periodismo fuera cumplir estas premisas no existirían las columnas de opinión en los periódicos, ni los periodistas pelmas con sus editoriales radiofónicos, ni sufriríamos a Paco Marhuenda las 24 horas pontificando sobre política, economía, violencia de género, fútbol y toros. Esto tampoco es novedad, los precursores de los medios actuales fueron los panfletos propagandísticos que se repartían en las calles. La información siempre fue una fuente de poder y controlarla te ayudaba a conseguirlo.

El primer motivo y el más evidente por el que suponemos que los medios de comunicación son uno de los mecanismos con los que las corporaciones compran consenso nace, como no podía ser de otra manera, de la propia naturaleza de los medios en la actualidad. ¿Qué son los medios hoy en día? ¡Acertaron! Son empresas y como tal su predisposición a ser verdaderamente críticos con las corporaciones puede ser escasa, pues muchos valores de la cultura empresarial serán compartidos. Por eso si hacen un pequeño barrido entre los principales grupos de comunicación observarán que en los aspectos que pueden tener que ver con la vida y milagros de las corporaciones las opiniones son mucho menos distantes que en otros temas.

Pero no sólo los medios son la herramienta más directa con la que se intenta convencer a la sociedad de los valores de las corporaciones por el mero hecho de ser empresas. Si un medio de comunicación fuera uno o varios editores que se montan una empresa para vivir de su trabajo, el conflicto de interés sería muy leve y mis afirmaciones serían aún más magufas de lo que aparentan. El problema viene en que los medios, al igual que otras empresas, a poco relevantes que sean se convierten en sociedades que son adquiridas por otros propietarios. Sí, otras empresas y que en muchas ocasiones son las grandes corporaciones. Con lo que al final los principales medios de comunicación o son grandes empresas o son propiedad de otras grandes empresas.

El ejemplo más conocido sobre los peligros que pueden acarrear estas situaciones son las andanzas del señor Rupert Murdoch y su News Corporation, concentrando buena parte de los medios de comunicación allí donde se implantó, fomentando el amarillismo y el lobismo, además de ser pillado realizando prácticas bastante chungas. Pero en estas entradas nos centraremos en el caso específico español, que por sí sólo ya da más de lo que yo les pueda ofrecer.

Quizá la manera más completa y al mismo tiempo más compleja de observar la situación de la propiedad de medios de comunicación en nuestro país, es este apabullante diagrama publicado por una empresa publicitaria y que a uno de deja el culo-carpeta. Hay otras infografías, menos recientes pero igual de reveladoras:

Medios España.jpg

Si nos centramos en los principales grupos de nuestro país vemos ejemplos paradigmáticos como el de PRISA, que gracias a sus ingentes deudas ha acabado con un accionariado de lo más variopinto, que va desde los bancos a Telefónica, pasando por fondos buitre. Luego si el NYT destapa sus vergüenzas, los mismos que impusieron un canon por agregarles se indignan y hablan de independencia en el periodismo patrio. Son los mismos mentecatos que, como vimos en un reciente Salvados, achacaban que los españoles fueran de los europeos que menos confiaban en sus medios de comunicación a que eran «muy críticos». Los ejemplos de cómo los medios son controlados por corporaciones y las informaciones son presentadas siempre de manera favorable a determinados intereses son múltiples. Conectando con la entrada anterior relacionada con los think tanks, ¿a que tienen la sensación de que los informes de estos chiringuitos están más presentes en los medios de lo que deberían? ¿Recuerdan quiénes eran los patronos de los centros de ideas? ¿Cuántas veces leyeron o vieron en los medios de comunicación a mis queridos chicos de FEDEA antes y después de su paso por aquel chiringuito?

Es posible que a estas alturas o a lo mejor mucho antes, hayáis pensado en la habitual crítica que se formula actualmente contra esta idea de la concentración de medios y su control corporativo. Desde hace algunos años la sociedad de la información es digital y esto hace que muchas de las barreras que imponía el papel o las ondas hayan sido superadas. Hoy en día la oferta de información es casi infinita y por lo tanto, si atendemos a este razonamiento, quien quiera acceder a otro tipo de información fuera de los circuitos del Estabishment lo tiene sencillo. Hoy en día la información no es monopolio de las grandes corporaciones porque no hay apenas barreras de entrada. Este razonamiento puede parecernos muy correcto y de hecho lo es. Pero al mismo tiempo adolece del mismo problema que el resto de los mecanismos por los que se compra consenso.

Al igual que nadie llama a un laboratorio de ideas para decirles lo que deben escribir, tampoco es habitual que nadie llame a los periódicos o televisiones a decirles qué deben contar. Más allá de que en este país salgan por la ventana los directores de diarios cada vez que le tocan las narices a un gobierno o misteriosamente nadie hable mal de El Corte Inglés. Esto no va de un grupo de tíos gordos que fuman puros y beben Soberano acaparando medios y dando órdenes a periodistas a los que pagan en sobre. También es un mundo en el que los diversos actores funcionan respecto a sus particulares intereses, que al final acaban confluyendo para que todos podamos vivir en paz. Periodista bueno con el dueño tendrá una larga y fructífera carrera hasta que deje de serlo.

Esto ocurre incluso en los casos de aquellos que se vanaglorian de su independencia por no estar sujetos a la financiación de las corporaciones, véase el caso de El Diario de Nacho Escolar. A esta criatura que nos empoderó a todos y representó a todos los internautas de España sin que nadie le hubiera elegido, siempre le gusta decir que su medio es la ostia de independiente porque está financiado por sus socios. Preguntad al señor Escolar qué ocurre en su diario cada vez que se ha publicado un artículo que no cuadraba con la ideología de los suscriptores. Las amenazas de abandono por parte de los lectores son habituales y explícitas. ¿Son estos medios tan independientes como proclaman?

Además existen otros dos aspectos que dificultan la explicación de que internet nos liberará, al menos a corto-medio plazo, del control de la información por parte de las corporaciones. Si bien lo digital e internet eliminaron las barreras de entrada para los informadores, no deja de ser un medio de transmisión de esta información y por lo tanto la información sigue estando sujeta al mismo problema de «posibilidades» que tenía antes. La capacidad de generar información prestigiosa y supuestamente veraz será más fácil que sea percibida por la gente si viene de un grupo de comunicación consolidado que de un señor con un blog de Albacete. Porque mira que publican mierda los grandes medios de comunicación, se les pilla en el renuncio y su prestigio apenas se ve afectado. Esto es algo que me ha pasado a mí, cuando me han enlazado en algún blog y la crítica a mis argumentos ha sido que esto se llama «No me jodas que me incomodas» y que cómo iba a ser mi información más veraz que la de un conocido medio. Además siempre habrá más recursos para informar y contrainformar, como si metieras en un campo de fútbol a Messi contra 35 jugadores de Regional. Messi es mejor que ellos pero 35 jugadores acaban siendo demasiados para ganar el partido. ¿Cómo funciona la indexación de resultados en un buscador? ¿Cuántos utilizáis Duck Duck Go? ¿Cuál es la principal fuente de ingresos de Google? ¿Distinguen ustedes los resultados patrocinados de los orgánicos?

El otro aspecto que me hace dudar de esa afirmación es que aunque los cambios tecnológicos son muy rápidos, las personas que deben adaptarse no lo son tanto. El hombre es un animal de costumbres y le cuesta amoldarse a nuevas ideas. Tú te crees el puto amo de la tecnología hasta que un niño de 4 años coge tu teléfono móvil y te hace sentir más torpe que tu abuela. Así de manera natural las personas que pasan al medio digital adoptan como medios de información las versiones de los mismos que utilizaban de forma analógica. Si piensan que exagero vean una encuesta del EGM, por ejemplo la última página de este documento y disfruten del show. Como ven junto a las webs más visitadas que podrían intuir, en España se cuelan El País, Marca o Antena 3. Así que es posible que internet haya conseguido romper el monopolio informativo de las corporaciones, pero ni esta situación es tan clara como algunos pintan, ni las empresas van a estar de brazos cruzados esperando que esto ocurra.

En definitiva puedo concluir la entrada reafirmándome en la idea de que una de las formas con las que las corporaciones compran el consenso es a través de los medios de comunicación, ya que son corporaciones o están controladas por corporaciones. Hoy en día mantenerse en el accionariado de un medio tradicional es perder dinero a espuertas y aún así supuestos buenos inversores siguen entrando. Es posible que internet haya roto ese monopolio y lo haga aún más, pero al mismo tiempo las corporaciones se acaban adaptando y las personas seguiremos teniendo comportamientos gregarios que nos lleven a seguir los mismo medios pero bajo otro soporte. Y por supuesto como hemos visto en la anterior entrada y veremos en la siguiente, esto no tiene nada que ver con la existencia de SPECTRA.

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6 respuestas a ¿Pueden las corporaciones comprar el consenso? Los medios de comunicación

  1. Metiendo el dedo en el ojo, donde les duele, como siempre. El Señor Escolar, al que cita, y diciéndose paladín de los que no tiene voz, diciéndose, repito, a un amigo común suyo y mío, no tiene a bien publicarle los artículos de ciertas temáticas que considera poco adecuadas. Es evidente que nunca le ha dicho que era por el tema, si no por cosas tan peregrinas como que «otros muchos» esa misma semana también habían enviado textos. ¡Será que en digital te quedas sin espacio como en los periódicos impresos en papel! ¿Los temas? Se preguntará… Nada, menudencias que a los devotos lectores apenas nos interesan, como el Euro, el Tratado de la Unión y alguno mas que por ínfimo no recuerdo, pero que quedan fuera del achique de espacios de discusión al que nos vemos sometidos, ¡no sea que nos hagamos daño! ¡Gracias mass-mierda, os ganáis el apodo a pulso!

  2. Pablo dijo:

    Es un buen gráfico por exhaustivo, pero creo que se podría resumir mucho excluyendo a los medios poco importantes y habría que incluir cuántas personas se informan a través de cada uno de los importantes.
    Me sorprende que no se comente la cantidad de información que procede de Europapress y que según el gráfico es propiedad de una sola persona. Ahí sí hay un cuello de botella.
    De todos modos quiero señalar que la concentración en este sector es inevitable y que la imagen de Messi contra 35 no tiene mucho sentido en mi opinión porque aunque se den casos descarados de protección de intereses particulares y silencio informativo, el hecho es que los mass media cuentan con muchísimos más recursos para producir información de calidad. Un tío con un blog solo puede aspirar a producir contenido de calidad en su ámbito de especialización. Y el hecho de que no se diga en este blog (ya que lo has puesto tú mismo de ejemplo) quién lo lleva, ni qué formación tiene, ni nada de nada claro que no da credibilidad ¿Qué esperas? ¿Cambiar a la sociedad para que se ajuste a lo que querrías para tu blog? Sé que no es el caso, solo me limito a señalar que no tiene sentido quejarse de eso.
    También me resulta totalmente extraña la idea de que eldiario.es no es independiente porque los «socios» se quejan. La última vez que lo miré pagaban 60€ al año. Las quejas de uno o dos o diez no van a cambiar absolutamente nada. Además no tiene sentido poner al mismo nivel eldiario.es y los otros medios. Y no, ni soy periodista ni leo ese periódico. Al final, guste o no, en las sociedades en las que vivimos es inevitable que haya sesgos e intereses de todo tipo, lo importante es si unos contrapesan a otros para que la información «flote» por la sociedad.
    Lo del prestigio inmerecido de los medios. Creo que tienes razón, que la gente es bastante insensible a este tema, pero solo hasta cierto punto. ¿No están de hecho desprestigiados muchos periódicos? ¿No ha disminuido su número de lectores?¿No se dice además que somos los europeos que menos nos fiamos?
    Por último, yo soy de los que se alegran de que internet haya favorecido la proliferación de medios de todo tipo. Es muy positivo. Mi impresión es que no durará mucho pero quizá suponga el auge de un puñado de periódicos más con opiniones y maneras de proceder distintas.

    • Pedro dijo:

      Gracias por tu comentario.

      Sobre el ejemplo futbolístico, no sé si he entendido bien lo que comentas. Tienes toda la razón que identificar que el prestigio del emisor es muy importante. Entiendo que se dé mayor veracidad al catedrático de nosedonde escribiendo en el periódico nosecual, pero al mismo tiempo muestra cómo muchas veces el contenido va por delante del continente. Un señor con un blog o un medio pequeño, tiene desventaja al enfrentarse a un mass media. Lo entiendo pero es el ejemplo de lo que digo, si tú dices una cosa y 35 dicen la contraria, es más probable que le den la razón a 35.

      Sobre el tema de El Diario, hay autores que han desaparecido de ese Diario después de recibir rapapolvos por parte de los socios lectores. Chenche nunca volvió cuando escribió aquello sobre Bangladesh (http://www.eldiario.es/zonacritica/Bangladesh-fabricas-pobreza_6_128147190.html), generándose un debate de «yo no pago cuotas para esto». Obvio es que siempre habrá sesgos y que no es lo mismo deberle un favor a tus lectores que a un banco que tiene tu deuda. Pero en realidad todos son prisioneros y aplican ese sesgo que comentas. Lo saludable sería en la medida de lo posible que esos sesgos desaparecieran. Sé que no es posible.

      Totalmente de acuerdo con el tema de las agencias de noticias, tenemos EFE y Europapress, no sé por qué no hay más agencias que compitan. Confieso mi ignorancia en esto.

      Gracias por tu comentarios de nuevo.

      • Pablo dijo:

        Pedro, gracias a ti por contestar. Me alegra ver que en realidad estamos bastante de acuerdo. De todos modos voy a intentar aclarar un poco mi manera de ver el asunto.
        Los ciudadanos queremos estar informados y el coste de obtener la información nosotros mismos es demasiado alto para cualquiera. Se necesitan por tanto redes y organizaciones para procesar toda esa información, resumirla, decidir cuál puede ser relevante y cuál no, etc. Hay miles de razones por las que ese proceso puede hacerse mal, y una de ellas es el juego de intereses dentro de la propia organización y fuera de ella. Los lectores de eldiario.es quieren que solo se publiquen artículos de opinión de izquierdas o al menos no quieren artículos que consideran favorables al statu-quo (y de ellos depende al final que este medio se sostenga); el gobierno quiere que se le dé un trato favorable y está dispuesto a sostener periódicos en pérdidas a cambio; los bancos pueden cortar la financiación; las empresas quitar la publicidad; los accionistas y directivos presionar a sus trabajadores, etc.
        Creo que hasta aquí nada digno de controversias importantes, solo de matizaciones.
        Los lectores nos vemos entonces en la necesidad de escoger una o más fuentes con las que informarnos. Para poder juzgar racionalmente qué fuentes usar podríamos, por ejemplo, elegir al azar una muestra de sus artículos y tratar de comprobar por nosotros mismos su calidad (que los hechos presentados se correspondan con la realidad, que la lógica del argumento no tenga fallos y lo que se quiera). Obviamente incluso esto es imposible para la gran mayoría de las personas, si no todas, y aunque se pudiera a pocos les compensaría tomarse tantos esfuerzos por estar bien informados, sobre todo de cuestiones que no les afectan directamente. Otra opción sería ser selectivo y ver dónde puede tener fallos cada organización: por ejemplo ver qué sesgos puede tener y ver si están, en efecto, provocando que no aparezcan noticias que deberían aparecer, si está disminuyendo la calidad de las noticias publicadas, etc. Algo también inviable por el coste que supone para un solo individuo.
        Por tanto la gente TIENE que dar credibilidad a medios de manera irracional, o cuando menos de manera muy incompleta. No es un capricho ni una debilidad del lector. Asociarse para decidir a qué informaciones dar credibilidad no resuelve el problema de dar credibilidad, solo lo desplaza hacia los miembros de la asociación, en los que hay que confiar. Creo que Colectivo Burbuja sería un ejemplo de una asociación de este tipo. Al final, en mi opinión un individuo siempre va a confiar en individuos y organizaciones de manera más o menos arbitraria.
        Cuando una persona decide dar su confianza a un doctor de alguna universidad, lo hace porque supone que los sucesivos filtros a que se le ha sometido garantizan que la información que te aporta ese señor es, en la mayoría de casos, información de calidad. Que él o un medio de comunicación produzcan información incorrecta o enormemente sesgada en momentos puntuales no debería destruir su confianza en que de media va a estar bien informado. Más aún cuando siempre puede contrastarla con otros individuos/medios de su confianza.
        El bloguero, por su parte, se enfrenta a dos dificultades: de un lado, obtener la confianza del resto de la sociedad; del otro, estar en lo correcto a menudo. Y siempre teniendo en cuenta que de no resolverse la segunda, se volverá a enfrentar a la primera antes o después. O así debería ser.
        Para obtener credibilidad un bloguero puede, por ejemplo, conseguir primero el reconocimiento de alguien que también la tenga, o darse a conocer y aclarar qué filtros ha pasado en su carrera profesional para garantizar que acertará a menudo, o puede esperar que quienes le han leído tengan en cuenta el contenido que produce (por ejemplo si da muchas referencias y por tanto parece haber estudiado el tema a fondo, aunque esto no se pueda comprobar fácilmente). Entiendo que tú planteas que solo deberían tenerse en cuenta los contenidos, pero debido al coste que supone evaluarlo para cada lector, es lógico (y creo que óptimo) que se usen otros indicadores como los dos primeros (referencias y filtros personales).
        Nada de lo expuesto hasta ahora niega la idea de que un bloguero pueda tener razón donde estas organizaciones y académicos se equivocan o mienten. Es trivialmente cierto, y creo que tienen que estar produciéndose miles de casos todos los años. Otra cuestión es que un bloguero pueda sistemáticamente estar en lo correcto sobre una multitud de temas variados. Para ello tiene que ser capaz de dar su confianza de manera correcta a otros individuos y organizaciones y acertar a menudo en esas decisiones, que como ya he explicado pueden tener un coste demasiado alto para cualquier ser humano si se quiere hacer racionalmente. O siempre puede restringirse a unos poquísimos temas que conoce a fondo, que es la estrategia de la especialización.
        Por último, quiero recordar que creo que los ciudadanos no somos suficientemente racionales a la hora de retirar nuestra confianza a los medios ya establecidos. Estoy de acuerdo contigo en que hay cierto gregarismo, pero desde luego puede ser un prejuicio mío, ya que no me he puesto a contar cuántas noticias están sesgadas en un periódico, ni cuánta gente ha dejado de leerlos. Pero es una cuestión que puede estudiarse empíricamente. Si encuentras algún estudio o hechos que avalen esa percepción nuestra me encantaría que me lo mandases.
        En fin, creo haber mostrado grosso modo lo complejo que es para la sociedad producir y filtrar información correcta e incorporarla a la toma de decisiones individuales y colectivas. Es la propia lógica del volumen de información y de la interacción de las apuestas individuales la que fuerza a la sociedad a cometer fallos e injusticias de todo tipo al privilegiar unas fuentes sobre otras. Al final, todo lo que se puede hacer es tratar de que haya tantas organizaciones dedicadas a esto como sea posible (medios, asociaciones, ONGs y otras) y diseñar mecanismos racionales y baratos para que esa información se filtre de manera correcta por parte del Estado. No queda otra.
        PD: Perdón por la parrafada, si me he alargado tanto en parte es porque quería aclararme yo mismo y en parte por lo que pudiera aportaros a ti y a los que lean esto.
        PD2: Está escrito del tirón, espero no haber sido muy caótico!

  3. fernando dijo:

    has descubierto la mantequilla

  4. Pingback: El Señor es mi pastor, nada me falta. | No me jodas que me incomodas

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