¿Se acerca el fin del bipartidismo?

No, fin de la entrada… Era broma.

Estos días tenemos algunos sondeos que alientan la idea de que el bipartidismo en España desaparece. Por ejemplo este sondeo que publica El País. Puede parecerlo pero en realidad el bipartidismo no ha desaparecido, se está echando una siesta. La demostración palpable de que esto es así es este otro sondeo de Celeste-Tel que ofrece mayor detalle que el de Metroscopia:

Barómetro Electoral y Social – Marzo 2013

Ambos sondeos dan cifras de participación bastante bajas para lo acostumbrado, y ese es el motivo por el que el bipartidismo sigue vigente. Con esos resultados o bien el PP o bien el PSOE seguirían gobernando, apoyándose en otros partidos o ¿pactando entre ellos? Además el sistema electoral español está pensado para beneficiar a la mayoría, con lo que siempre que dos partidos tengan diferencia notable con el resto, el bipartidismo seguirá funcionando de manera similar. De hecho para poder igualar al PSOE, hacen falta sumar los votos de IU+UPyD+CIU+Amaiur+PNV. Y a nivel de escaños la suma de todos los partidos que no son PPSOE es incapaz de batir los que obtendrían los socialistas. Seguiríamos teniendo bien al PSOE o bien al PP gobernando en minoría, cosa que ya hemos visto en España otras veces.

Avanzando un poco en el barómetro de Celeste lo que se ve es que la mayoría de la caída de los dos grandes partidos se va directamente a la abstención. Es algo normal, el votante de un partido cuando este le decepciona hace una de estas dos cosas: no vota o vota al partido ideológicamente más cercano. Si ocurriera lo segundo de manera mayoritaria, estaríamos ante el fin del bipartidismo, pero como ocurre lo contrario éste lo único que hace es echarse una siesta esperando tiempos mejores. Así el PP pierde 53,4% de su electorado, del total de votantes peperos del 20-N, el 38.3% se abstendría y un 8,2% se irían a UPyD (nunca me lo hubiera imaginado XD). Para el PSOE el 19,6% se abstendría, pues ya se llevaron lo suyo el 20-N, mientras que IU se llevaría el 10,2% del sufragio socialista (esto sí me lo imaginaba). De hecho es curioso como también se analiza a IU y su evolución, perdiendo el 23,7% de sus electores del 20-N en el camino (esto sí que mola).

De esto se pueden sacar varias conclusiones. La primera es que decir que el bipartidismo ha fallecido es más un acto de voluntarismo que una realidad palpable. De hecho a ver quién tosería un «Pacto a la alemana» si se produjera. El segundo aspecto a observar es el efecto de la abstención en los resultados. Siempre ha sido así pero en estos tiempos más, queda muy cool decir que no votas. De hecho esto es bastante frecuente en gente que se pasa el día propugnando «un cambio». Al final en mi opinión esto no deja de ser el mismo intento de eximirse de responsabilidad. Si no voto, me creo que no tengo absolutamente ninguna responsabilidad de nada de lo ocurrido en este país en los últimos años. Pero esto además de falso, no deja de ser la táctica del avestruz de toda la vida. De hecho para quien quiera cambiar las cosas pocas oportunidades mejores va a tener en su vida. Pero para eso tiene que crear, organizar, convencer y recibir esa confianza de la sociedad. Bien presentándose como opción o bien dirigiendo hacia un voto nulo como hizo la izquierda abertzale durante su ilegalización. Porque al final para saber lo que quiere una sociedad ésta tiene que votar, de una u otra manera. Es aquí donde mucho «abstencionista revolucionario de «calle y plaza» fracasa, bien por vértigo, incapacidad o simplemente porque al intentarlo se encuentra con que la ciudadanía no era lo que se esperaba cuando no había salido de las conversaciones de bar y manifa. Y es que una cosa es que la gente esté cabreada porque hay un 26% de paro y otra muy distinta que queramos re-editar la Comuna de París. Por esto si ciertos movimientos no salen de la plaza, se quedarán en la plaza siempre y cuando no atajen por caminos menos democráticos. Posiblemente nunca en sus vidas tendrán mejor oportunidad, si superan su habitual Síndrome del Frente de Liberación de Judea. Luego el bipartidismo despertará y seguiremos en la plaza.

El bipartidismo no se ha terminado, sólo se está descansando.