La honradez en las instituciones públicas europeas (I)


En la entrada anterior y a propósito del recientemente publicado The Global Competitiveness Report 2011-2012 hablaba del «enchufómetro», entendido como la percepción de los encuestados sobre quién ocupa los puestos de mayor responsabilidad en las empresas. También amenazaba con publicar más indicadores curiosos del informe, de esos que raramente nos informarán los medios. Yo he visto o leído sobre nuestra clasificación en infraestructuras, acceso al crédito, mercado laboral o escolarización. En estas entradas intentaré acercar otros parámetros que resultan curiosos o tienen relación con algunos debates que se desarrollan en la actualidad en nuestro país.

Reitero mi idea de que este informe para intentar clasificar a los países por su nivel de competitividad es flojo. Muchos de sus parámetros son irrelevantes. Se basa en encuestas realizadas a empresarios que como es normal verán las cosas desde su perspectiva, pudiendo en algunos casos esta no estar en línea con el resto de la sociedad o la realidad. Pero el trabajo después de eso es muy bueno y trae mucha información relevante.

Dentro de los «pilares» de la competitividad que el informe establece, el que más ítems curiosos tiene es el relacionado con las instituciones. En este apartado se bareman aspectos como la protección de la propiedad industrial e intelectual, la eficiencia del marco legal en caso de disputas, el coste para la empresa por la acción de terrorismo o la eficacia de las auditorías. A éstas le acompañan otros parámetros que aquí trataré. Este pilar de la competitividad podría servir para separar el «bananerismo» de países en vías de desarrollo con la supuesta seriedad de los países más industrializados. Pero no creo que se pueda discernir si las instituciones alemanas son más honradas y eficientes que las holandesas. Sobre todo por el carácter de encuesta del estudio.

Sin más dilación paso presentarles el primer parámetro del estudio que quería traer: el desvío de fondos públicos. Este indicador responde a la respuesta dada en la siguiente pregunta:

En su país, ¿Qué tan común es el desvío de fondos públicos a empresas, individuos o grupos, debido a la corrupción? [1 = Muy común – 7 = nunca ocurre]

Como de costumbre en España está donde esperábamos que estuviera, y los «bloques éticos» se suelen respetar: los escandinavos juntos, los angloparlantes juntos y los mediterráneos en su zona correspondiente. Por ello suelo replicar a aquellos los cuales dicen que si implantamos en España políticas que reproduzcan los «incentivos» que se utilizan en Finlandia, seguramente las consecuencias sean distintas. No todos reaccionamos igual a los incentivos.

El segundo parámetro que ofrezco es el de «confianza en los políticos». Este gráfico es la representación de la respuesta a la siguiente pregunta:

¿Cómo calificaría el nivel de confianza del público en los estándares éticos de los políticos en su país? [1 = muy baja – 7 = muy alta] Se hace media ponderada con el informe del año anterior.

De nuevo los resultados no son sorprendentes y más o menos todo el mundo está en el lugar que debe. Este parámetro es uno de los más subjetivos pues está afectado por la situación de crisis en Europa. El mejor ejemplo es el de Irlanda, que está relativamente bien clasificada en casi todos los parámetros de este pilar, pero al hablar de sus políticos pierde puestos aunque lo lógico es que sus teóricas buenas políticas existan porque las implementaron sus políticos. Se pueden establecer comparaciones a nivel mundial que demuestran este hecho. Por ejemplo Ruanda supera por una décima a Suecia, Brunei por dos décimas a Dinamarca, Gambia iguala a Canadá, China le saca una décima a Australia, la ética de los políticos en Irán es la misma que la de los alemanes… Lo que se demuestra es que, además del aumento de la «antipolítica» causado por la crisis en Europa, la tradición democrática y el pluralismo político afectan negativamente a la percepción sobre los políticos. Que España comparta puntuación con Sierra Leona, Bosnia Herzegovina, Albania, Ghana, Ecuador, Yemen y Mali es una muestra de ello.

Relacionada con las anteriores está el ítem que podríamos llamar «sobornos». Responde a la siguiente cuestión:

Puntaje promedio de cinco componentes de la pregunta siguiente: ¿es muy común que las empresas hagan pagos adicionales indocumentados o sobornos relacionados con (a) las importaciones y exportaciones, (b) las empresas de servicios públicos, (c) pago anual de impuestos, (d) adjudicación de contratos públicos y licencias; (e) la obtención de decisiones judiciales favorables. La respuesta varía desde 1 (muy común) a 7 (nunca ocurre). Promedio ponderado con los resultados del informe anterior.

Aquí también se cumple la norma observada en otros parámetros, con cada una de las naciones europeas «en su sitio».

El último gráfico de ese capítulo corresponde a la «independencia judicial».  Es el resultado de la siguiente pregunta:

¿Hasta qué punto el poder judicial en su país independiente de las influencias de los miembros del gobierno, ciudadanos o empresas? [1 = fuertemente influido – 7 = totalmente independiente]

Aquí también se ofrece una ración de «más de lo mismo», España no está entre los países con mayor independencia judicial, al menos a opinión de los encuestados. Y los países se distribuyen más o menos como en el resto de parámetros.

Hasta aquí llega la primera entrega de esta serie de entradas. Cada uno podremos sacar unas conclusiones distintas de estos datos. A mí ahora mismo lo que me sugieren, rodeado de gente muy inteligente hablando de «reformas estructurales», que la primera a realizar tiene mucho que ver con estos parámetros. Y sin un poco de honradez en las instituciones públicas y privadas de España flexibilizar el mercado laboral puede tener efectos contradictorios.

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5 respuestas a La honradez en las instituciones públicas europeas (I)

  1. RBG dijo:

    Gracias por todos estos datos!
    Creo que lleva razón en que habría que estudiar bien todo esto antes de proponer las mismas políticas que en Finlandia, o de seguir con las matracas de las reformas laborales. Y claro, estudiarlo con estos datos o con otros, porque aunque estén en línea con el conjunto social, seguro que tienen más de un rasgo propio (un sesgo, vaya), porque sólo son de una parte -y muy concreta- de ese conjunto.
    Al margen de todo ello, son realmente fascinantes. Son entretenidos y MUY instructivos. Por ejemplo, el del desvío de fondos públicos a empresas, que resulta ser «común» (más o menos en la mitad del intervalo): Que lo digan las empresas, tiene tela. Y alguna habrá añadido en el cuestionario: si lo sabré yo, que vivo de esos desvíos!!

    • Pedro dijo:

      Por este tipo de respuestas del estudio considero que implantar medidas que funcionan bien en otros países europeos pueden ser menos eficaces en España y países mediterráneos en general. Por ejemplo abaratar el despido en España puede ser una gran idea o lo que faltaba para tener verdadero «terrorismo patronal». Como veremos en la próxima entrada, hago el spoiler, la ética de las empresas también sigue el patrón de ser distinta en unos países que en otros.

      Gracias por el comentario y saludos.

  2. FQPWHR2199 dijo:

    Buenos días, E. Cas. L.

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