Troleando sin poder

Hay personas que pueden convertir manifiestas certezas en completos despropósitos. Con María Antonia Trujillo y sus recientes tweets hemos podido comprobarlo. Recordemos el «cuerpo de delito»:

El caso es que fuera del show en su rifirrafe con Elena Valenciano, este tipo de hechos muestran los motivos por los que España está como está o el porqué en el PSOE se están dando los batacazos electorales que están sufriendo: hemos estado y estamos gobernados por incompetentes. Y María Antonia Trujillo forma parte de ellos.

En cierto sentido tiene razón, cuando entrábamos al Banco a pedir dinero no nos quejábamos tanto. Siendo posible la dación en pago, nadie solicitaba los créditos con dichas clausulas porque no nos interesaba. Menos mal que estuvo allí Trujillo para advertirnos, ¿verdad? Además, si usted me presta a mí 50 euros y yo no los devuelvo, querría recuperarlos. Agradecemos a María Antonia que nos haya descubierto la polvora, le vendo dos pistolas.

Lo más triste e indignante de la actuación de la Sra. Trujillo no son sus declaraciones en sí. Tampoco lo es ese tono socarrón con el que trolea sobre este asunto, en un tema tan serio como el de los desahucios. Lo cojonudo del asunto es que esta señora fue nada menos que ministra de Vivienda del inefable ZP, lo cual la convierte en una de las mayores responsables de la burbuja inmobiliaria vivida en España. Conviene recordar el «legado» de Trujillo durante sus años al frente de la cartera de Vivienda. Este Ministerio fue creado por el Gobierno del PSOE, ante la deficiente política de vivienda llevada España durante el Aznarato. Un reflejo de la importancia del problema en el acceso a la vivienda que se vivía por entonces. Era de guasa escuchar a Zapatero hablando con Aguirre de la «Operación Campamento». Antes de que la Plataforma de Afectados por Hipoteca existiera, ya estaba la Plataforma por una vivienda digna. Para atajar este problema se creó un Ministerio, siendo su primera titular nada menos que María Antonia Trujillo.

Así que Trujillo recibió el mandato de nuestro Querido Líder de mejorar el acceso a la vivienda de nuestros ciudadanos y aplacar la burbuja inmobiliaria. Los resultados muestran el hecho de que lo mejor que hizo, como diría María Jiménez, fue rascarse el coño. Para ello repasaremos algunas de las cifras del reinado de La Trujillo en el Ministerio. Empezamos por el precio de la vivienda, vía Wikipedia:

Parece que respecto a este parámetro la acción de Trujillo fue igual de nefasta e inútil que la de sus predecesores con responsabilidad similar, a no ser que la atribuyamos en exclusiva la crisis financiera y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Esto creo que está bastante por encima de su capacidad, como ministra y como persona.  También podemos «disfrutar» de este gráfico con la evolución de viviendas iniciadas, terminadas y visadas:

Nunca en nacional-social-ladrillismo brilló más que bajo la responsabilidad de María Antonia Trujillo. De hecho el record histórico sobre venta de vivienda en España se alcanzó el primer trimestre de 2006, con más de 250.000 viviendas vendidas.

Pero Trujillo hablaba de deudas, porque endeudarse es malísimo y para comprar viviendas ya ni te cuento, chato. Lo cojonudo es que era su responsabilidad haber atajado esta situación. Como aportación propia, pues otros gráficos los tomé prestados, me tomé la molestia de ver cómo evolucionaron en España los préstamos hipotecarios. A ver si a La Trujillo le importó demasiado eso de que la gente se endeudara demasiado.

Con esos dos rombos colorados acoto el periodo 2004-2007 en el que Trujillo se hizo cargo de esto que mayormente llamamos «política de vivienda». Para verlo con mayor perspectiva, también presento los aumentos nominales de los préstamos hipotecarios, ya que porcentualmente no es lo mismo un 20% de 1.000 que de 100.000. Recordar que ambos gráficos están expresados en miles de euros.

Nunca los españoles se han endeudado tanto para comprar viviendas como bajo el Imperio de La Trujillo, y creo que es de consenso mundial el hecho de que las reducciones en el aumento bajo su mandato no tuvieron nada que ver con su acción de gobierno. Por ello que esta señora abra la boca sobre este asunto es de lo más inadecuado.

Y tiene razón María Antonia, a mí tampoco me gustan los «lameculos». De hecho se le atribuye esta cita:

«Los que hablan de burbuja pecan de irresponsabilidad. Habrá un aterrizaje suave que no mermará el patrimonio de las familias españolas que tienen una vivienda en propiedad»

Y es que María Antonia no sólo metió la lengua en el donette de ZP, sino que además hizo «centrifugado». Una vez soltado el «carguito», ya reconoció el despropósito. Mientras tanto decía hacer «política de vivienda«, cuyos mayores exponentes fueron los minipisos y las «Kely Finder«.

Trujillo podrá seguir troleando y haciéndose la chisposa, si realmente escribió eso pues uno duda de que se pueda ser tan merluza, lo podrá hacer porque vive fetén. Así el PSOE se desploma gracias a su manifiesta inutilidad al frente de cualquier Gobierno, porque está controlado por una panda de pijo-progres de chalet y funcionarios en eternas excedencias (como los del PP). Si todo falla siempre habrá alguno que meta la pata.  De hecho al final de la wiki de Trujillo reza:

En 2011, Trujillo, profesora de Derecho Constitucional en la Universidad de Extremadura y ex ministra de Vivienda con Zapatero, regresa a la vida civil y a la docencia, una ocupación que compaginará con distintas actividades en dos sectores, el inmobiliario y el energético, donde está perfectamente conectada.

Con esto me queda bastante claro que María Antonia Trujillo tiene toda la razón: el que tenga deudas que la pague. Y ella tiene alguna que otra, lo primero que nos debe son dos disculpas: una por su nefasta gestión y otra por su inadecuado comentario. Como otras responsabilidades no va a asumir, porque parece que nadie tuvo culpa de la famosa burbuja: ni los ministros, ni los bancos, ni los alcaldes, ni los promotores, ni los funcionarios, ni los albañiles, ni las inmobiliarias, ni los que se hipotecaban, ni los que avalaban, ni los que compraban… ni la madre que nos parió a todos. Como no va a asumir su responsabilidad, al menos nos debe tener la boca cerrada. Porque como dijo Marx, Groucho Marx: «es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente».